Desde que ingresé a ferrocarriles conocí el Tren Nocturno a Puerto Montt. Bueno en realidad lo conocía desde mucho antes cuando mis hermanos y yo éramos niños. Mi padre también había sido empleado ferroviario Nuestra existencia siempre estuvo ligada a estaciones trenes andenes y devíos . El Nocturno salía de Alameda con el Nº 9 a las 22.Hrs convoyado por una máquina a vapor negra hermosa y amenazante del tipo 1100 de casi 50 metros de largo . Fueron reemplazadas a pricipios de los 50 por locomotoras Diesel y en fecha más reciente por eléctricas del tipo 32. En el timón de la máquina conocí diversos maquinistas: Rodríguez, alias Cabeza de Muela, Gutierrez, Contreras, Pinganilla Parraguéz y tantos otros que me dá lata nombrarlos. El nocturno a Puerto Montt era todo un espectáculo, pasaba raudo y orgulloso por aquellas pequeñas estaciones en que Movilizadores y personal preocupado de su marcha cuidaba cada detalle a su paso. El guarda cruce en su puesto con las barreras abajo para no permitir el paso de vehículos y a un costado de la vía con la luz de su farol alumbrándo a verde para indicar al maquinista la seguridad del cruce y un poco más allá los semáforos de la estación indicándole vía libre con una pantalla gigante en que la verde nítida y potente otorgaba autorización de marcha hasta la próxima señal ya fuera intermediaria o entrada y salida de estaciones, señales que funcionaban eléctricamente accionadas por empleados especializados que cumplían funciones en oficinas instaladas en Cabinas elevadas a más de dos metros con equipos Westinghose y controles de palanquitas algo menores que un puño y una pantalla eléctrica a todo lo ancho de la cabina en que se observaba mediante circuitos de vía y blocks la marcha y la ubicación de los trenes entre estaciones en ambas vías, oriente y poniente. Los trenes y cualquier vehículo que se desplazara
por ellas estaba absolutamente controlado por el sistema. En realidad las cabinas de movilización eran verdaderos computadores gigantes que recibían y cunplían órdenes, sin equivocaciones pués el programa no se lo permitía y al cometer un error estas se bloqueaban automáticamente.
por ellas estaba absolutamente controlado por el sistema. En realidad las cabinas de movilización eran verdaderos computadores gigantes que recibían y cunplían órdenes, sin equivocaciones pués el programa no se lo permitía y al cometer un error estas se bloqueaban automáticamente.
Pero bueno, el Nocturno a Puerto Montt dejó de correr en la década de los 80, como tantos otros trenes. El tiempo, la ineficacia de su administración, la política fueron inclementes con ellos. Se que muchas personas añoran esa época y sienten gran nostalgia y hoy para muchos solo quedan los dolorosos recuerdos, pero de verdad no quiero seguir pensando en el pasado porque cada vez que escribo algo sobre ese tiempo se me hace difícil soportarlo porque aún siento la presencia, y el aroma lleno de silencio que me invade con recuerdos fuertemente arraigados en mi espíritu, inamovibles y de cuya realidad dudaría a no ser que cada uno de ellos me marcaron intensamente-
. Muchas veces en el preámbulo de mis sueños, me voy en la volá para definitivamente desvelarme imaginando cosas, recordándo compañeros y amigos, tambien amigas que muchas veces fueron más que amigas que regresan como fantasmas incoherentes a los que doy vida a través de mis recuerdos visitándo estaciones pueblos y lugares y llevándolos de aquí para allá a mi antojo
Visité y trabajé en muchas estaciones. Recorrí melancólicos lugares, lugares alegres y silenciosos muchos de ellos ya desaparecidos y al evocarlos inutilmente deseo hacerlos revivir para darles una resurección impensada en un emocionante peregrinaje de esa época lejana de mi vida que muerde mis sentimientos, que me hace felíz pero que tambien me causa mucho daño. No me importaba entonces en que alejada estación o pueblo me encontrara. Era jóven y vivía soñando. Me enorgullecía de mi ciudad de San Bernardo y su nombre ejercía en mi un misterioso prestigio. Ahí estaba mi familia. Ahí residían mis padres, mis hermanos, sus calles y sus plazas y todas aquellas Marías era como algo que me pertenecía, pero que de a poco sus figuras fueron tornándose grises para terminar por desaparecer, cada regreso se tornaba triste, silencioso, opaco. Había muerto mi hermanita en una tarde fría, sombría y meláncolica y conocí la muerte en su verdadera fisonomía. Pronto se fue tambien mamá dejándo la casa a oscuras envuelta en dolor y penas. Papá .había quedado solo. La casa había quedado sola y todos nosotros profundamente desolados. Papá tambien abandonó la vida y muy luego mi hermano.. Es por eso que al recordar ese tiempo con todas esas escenas llegan a mi las figuras de esos seres queridos que ya no existen pero que dejaron en mi vida un recuerdo imborrable .- Continuará
. Muchas veces en el preámbulo de mis sueños, me voy en la volá para definitivamente desvelarme imaginando cosas, recordándo compañeros y amigos, tambien amigas que muchas veces fueron más que amigas que regresan como fantasmas incoherentes a los que doy vida a través de mis recuerdos visitándo estaciones pueblos y lugares y llevándolos de aquí para allá a mi antojo
Visité y trabajé en muchas estaciones. Recorrí melancólicos lugares, lugares alegres y silenciosos muchos de ellos ya desaparecidos y al evocarlos inutilmente deseo hacerlos revivir para darles una resurección impensada en un emocionante peregrinaje de esa época lejana de mi vida que muerde mis sentimientos, que me hace felíz pero que tambien me causa mucho daño. No me importaba entonces en que alejada estación o pueblo me encontrara. Era jóven y vivía soñando. Me enorgullecía de mi ciudad de San Bernardo y su nombre ejercía en mi un misterioso prestigio. Ahí estaba mi familia. Ahí residían mis padres, mis hermanos, sus calles y sus plazas y todas aquellas Marías era como algo que me pertenecía, pero que de a poco sus figuras fueron tornándose grises para terminar por desaparecer, cada regreso se tornaba triste, silencioso, opaco. Había muerto mi hermanita en una tarde fría, sombría y meláncolica y conocí la muerte en su verdadera fisonomía. Pronto se fue tambien mamá dejándo la casa a oscuras envuelta en dolor y penas. Papá .había quedado solo. La casa había quedado sola y todos nosotros profundamente desolados. Papá tambien abandonó la vida y muy luego mi hermano.. Es por eso que al recordar ese tiempo con todas esas escenas llegan a mi las figuras de esos seres queridos que ya no existen pero que dejaron en mi vida un recuerdo imborrable .- Continuará