"NADA SE DETIENE. TODO SE DESLIZA; NO MIRO DOS VECES EL MISMO RIO, PUES EL AGUA QUE LLEVA NO ES LA MISMA QUE SE FUÉ..." Heráclito.-
Ese tren que acababa de abordar sin un rumbo fijo empezó a moverse mientras la lluvia golpeaba con furia las ventanillas del automotor. Al mirar el paisaje mojado que iba quedándo atrás, empecé a revivir mi pasado ferroviario con tantos viajes de ida y otros tantos de vuelta y materializar las figuras de colegas que ni sé si aún existen en esas estaciones envejecidas y destruídas por el paso de los años y que el terremoto del 27 F. 2010 terminó por aniquilar. Meditaba, memorizaba los versos de Victor Domingo Silva " ......viento trágico y siniestro, nos usurpa lo que amamos, lo que es nuestro........" El Metro-Tren con pasajeros silenciosos, absortos o adormilados se mecían suavemente al vaivén de la marcha del convoy que devoraba kilómetros en su acerado camino emitiéndo cada cierto tiempo un pitazo largo y melancólico de advertencia. La estación de Hospital, se encuentra casi igual con su estructura similar a una Gasolinera. La tornamesa ya no existe, tampoco la Bodega de Carga y ese inmenso patio de largos desvíos que alguna vez fué estación de depósito (acumulación de vagones para ser distribuídos) totalmente abandonado. Aquellos empleados que por ahí pasaron, Muñóz, el Chico Cortéz, Orellana el popular "Cacha de Palo" el Camello Garriga y otros cuyos nombres no dejaron huella y ni siquiera me los imagino vivos, porque ya eran viejos cuando yo aún era jóven.----- Pronto aparece San Francisco, el Negro Ramírez, Chiruco , Adolfo Aros "Boca de Tumba" Juan González el Siete Machos y un poco antes el Señor Cruz , "Cruschito" le decían. Tenía una hija preciosa en la Universidad de la cual muchos estaban enamorados, menos yo. Aparece Graneros, cuya estación fué vendida a vil precio para aprovechar el zinc y aquellas y únicas vigas de pino oregón. Jim López, Mazamorra Sánchez, Jorquera, Campitos , y Raúl Escobedo Saavedra, buen futbolista .y algo ligero de genio, ¿ que será de Orteguita? de Gutiérrez, de Belmar. Ya estamos en Rancagua
LA ESTACION DEL RECUERDO.- ( Autor R. Venegas A.-)
Después de tanto tiempo ido
a Rancagua regresé emocionado,
con el pensamiento de imágenes repleto
dispuesto a enfrentar aquel pasado.
saturado dd escenas desvaídas
borrosas, ambiguas deslavadas,
y el yerto fuego que en mi había
a duras penas revivir quería
después de tantos años apagado,
cubierto de penas, desolado.
Observé cada rincón y cada muro,
por si encontraba ese pasado,
disperso, silente, amontonado,
La amable estación en su agonía
parecía un templo abandonado
después de tanta gloria y tanta vida,
lánguida y triste la veía
y como yo estaba abatida.
Recorrí esos andenes venturosos
para resucitar inmóviles fantasmas
que mi infinita pena perseguía
con los ojos de lágrimas cuajados.
Aquí estuve yo, y ahora estaba
muy solo, y lastimado,
ya nada es igual, todo cambiado.
Bella estación de mil recuerdos
nostálgica venturosa mágica,
sé que percibes mi dolor amargo,
pero has de saber hermosa mia
que tu vida es mi vida
a pesar de los estragos.
Era inútil seguir pensando en eso
mi espíritu seguía divagándo
Pero, no, el pasado está muerto,
muerto y sepultado.-