Fuí conociendo estaciones y colegas. Era la década de los 50 y ya era un funcionario ferroviario. La señora Tala Fernández, Jefe de estación en Nos, el Chico Vergara en Buín, en Linderos el Loro Sandoval. Jorge Bustamante en Paine. Don Rutilio Lambert Moya en Hospital, y en Rancagua Don Aquiles Vargas Herrera y un gran número de colegas: el Flaco Sergio Núñez Henríquez, el Pelao Pérez Garín, Oscar Huerta Salas, Rene Caroca Arenas, el famoso Codipra Zamorano, el Negro Luis Cáriz Valenzuela. Creo que fuimos los últimos telegrafistas en ingresar a ferrocarriles, pués tiempo después salió una Ley, la Ley Prat en que congeló el aumento de personal por un período de 10 años. Todos ellos formaron parte de mis primeros años en F.F.C.C. distintos pero con un trabajo común . Trenes de carga y de pasajeros y el eterno transitar de público para abordar trenes para el norte y el sur. El telégrafo con su inclaudicable martilleo, comunicándo circulares, vías libres. Trenes expresos corriendo de día y de noche, con viento, lluvia nieve. Temporales que cortaban líneas, apagaban señales, nevazones que paralizaban todo tráfico, ríos que se salían de cauce y se activaban todos los sistemas de emergencias, en una época en que ferrocarreiles era el eje y motor del transporte en el país, por lo que había que trabajar duro.
Jefes de estación, Movilizadores, Cambiadores, Maquinistas, conductores de trenes, palanqueros desplegaban sus mejores esfuerzos y su voluntad sin importa el costo, duplicándos sus energías
Así era ferrocarriles en esa época. Un campo de batalla, por eso es doblemente triste ver como se ha ido derrumbándo, destruyéndose, con estaciones en ruinas. Bodegas de carga eliminadas, conservándose solo el mínimo de servicios en una Empresa que fué el eje y motor del desarrollo nacional. Como me dá pena tanto abandono.-
Jefes de estación, Movilizadores, Cambiadores, Maquinistas, conductores de trenes, palanqueros desplegaban sus mejores esfuerzos y su voluntad sin importa el costo, duplicándos sus energías
Así era ferrocarriles en esa época. Un campo de batalla, por eso es doblemente triste ver como se ha ido derrumbándo, destruyéndose, con estaciones en ruinas. Bodegas de carga eliminadas, conservándose solo el mínimo de servicios en una Empresa que fué el eje y motor del desarrollo nacional. Como me dá pena tanto abandono.-