ORDEN DEL GENERAL PINOCHET..- 14 DE SEPTIEMBRE DE 1973,.

Foto del Autor Señor Miguel de Loyola.-

Casi cuatro días que el tren N. 6 más conocido como el Tren "Curado" había salido de Talcahuano a las 8 de la mañana del 11 de Septiembre del 73. Una equipajera frigórifico repleta de pescados y mariscos con destino a Santiago . El 11 de septiembre lo sorprendió a más de 500 Kms de la capital. Su carga de pasajeros distribuídos en un Primera y 10 coches de segunda fabricados en yungay en la Socometal. Tren Ordinario, no porque sus pasajeros fueran ordinarios, no, se denominaba asi porque era de circulación diaria y con detención en todas las estaciones. La verdad es que el 6, le hacía honor a su nombre. Todo el mundo lo conocía comno el "Curao". Los pasajeros curados y hasta el personal  andaba cañoneado . Era un tren muy popular. Demoraba más de 15 horas en recorrer 560 Kms y no tenía ninguna preferencia. A nadie le importaba. En más de 50 años jamás llegó a Santiago a la hora y se dió el caso que en varias oportunidades se juntaron dos  trenes curados que se pillaban. Ah! pero el viaje del 11 de Septiembre para los que allí viajaban será inolvidable. Detenidos en las estaciones horas y horas una vez que entraron a la zona Desde el 11 de Septiembre en adelante todo se convirtió en un caos. El tren penosamente seguía su marcha, a la vuelta de la rueda. Su carga de pasajeros tirados en el piso de los coches, los niños llorando, los hombres y las mujeres asustados. los coches sin agua, sin luz y el hambre que los mataba, Era doloroso, triste, penoso.Detenidos en Rancagua medio día sin poder descender del tren, menos salir de la estación el convoy logró avanzar a Graneros, San Francisco con su carga de fantasmas para llegar a Hospital despuésa de tres días.
La estación de Hospital pide vía libre para el 6, Se la otorgo y veo que ocupa el blog en la pantalla de señalización y solicito anhelante autorización pa despacharlo a San Bernardo, estación designadsa como "estación de término" ya que a Alameda no podían entrar., pero aquí viene lo insólito. Me ordenan que la fuerza pública y los militares de la Escuela de Infantería  hagan bajar al público.y el tren seguría como equipo vacío hasta San Bernardo. Están locos les dije. Aquí en Paine no hay nada,, todo desabastecido y a 4o  Kms de Santiago y si el tren sigue su marcha es estúpido bajar a los pasajeros que desde hace 4 días que no comen, no duermen, no se bañan. No cumpliré esa órden.   Es órden del Coronel Cayul que está a cargo de Ferrocarriles.        Quiero hablar con el Coronel le dije al Inspector de turno. Está muy ocupado, fue la respuesta.                      Hasta aquí llegamos Jefe , dijo Guajardo el Condustor. Miré desde lo alto de la Cabina de Movilización. En realidad me recordó esos trenes alemanes llenos de Judíos al sacrificio, y con voz tonante y autoritaria porque para eso era mandado a hacer les dije" deben continuar hasta San Bernardo"  De órden de quién preguntaron maquinista y conductor. " De órden del general Pinochet" respondí con absoluta convicción. Deme telegrama dijeron los empleados del tren entrando a la Oficina de Movilización. Tomé el formulario de telegramas y escribí " Por órden del General Pinochet tren N, 6 debe continuar viaje hasta San Bernardo, y firmé con timbre de Jefe Estación. Salió el tren con su carga de pasajeros, pasaron los días , los meses y los años  y nunca  de mi audaz órden se supo.-

CRISTIAN MARCELO " EL NIÑO DE LAS HUALETAS" ( Aletas)

Con especial afecto a mi sobrina Conni,  y sus hermanosTomás y Nicolás, que supieron entenderme ,.




Reinaba la alegría en ésta inmensa casa de familia llena de parientes: suegros ,abuelos, cuñados. sobrinos, hermanos en esa cálida noche de Navidad. Las bromas, los chistes y anécdotas que cada uno contaba era motivo para reir descaradamente. Todo en realidad era mágico.  En mi  afloraron los recuerdos llenos de nostálgia con evocaciones que iban más allá de mis  propios pensamientos. Daba gracias a Dios por la hermosa familia que había formado. Cada uno tenía su historia y yo tenía la mía que trataba de ahuyentarla, sacarla de mi cabeza de mis recuerdos infantiles, trabajo inútil, volvía con más fuerza por eso me decidí a enfrentarla y ahora empiezo   a contarla.  Tenía 8 años, aún creía en el viejo Pascual y aúnque me apena   un poco  debo reconocer que conmigo se portó mal, por todo eso cada vez que puedo lo desprestigio  Recuerdo que vivía con mi abuela a la que siempre consideré mi madre y que resultó ser mi abuela, mi hermana entonces resultó ser mi madre que  siempre creí que era mi hermana  algo que supe bastantes años despúes, pero esa es otra historia y  para nada cambia las cosas.  La casa que habitábamos en Santiago en la esquina de General Gana con Cuevas, (lo escribo así porque al revés sonaría mal )  era una casita de dos pisos con un pequeño balcón y una  larga escalera  daba a la calle. Había llegado el 24 de Diciembre, casi no dormí esa noche pensándo en el regalo que recibiría  al día siguiente habiéndome forjado muchas esperanzas y  muchas ilusiones. En ess tiempo los niños se iban temprano a la cama,  pero los tiempos han cambiado y ahora se amanecen igual que los adultos y en la misma noche reciben  sus regalos. Por fin llegó el día, Un inmenso paquete envuelto en papel con figuras navideñas que en pocos segundos destruí. Ahí estaba mi regalo de pascua. Dos enormes hualetas ( aletas) para bucear con anteojos y todo. Mi mamá que era mi abuela  y mi mamá que era mi hermana en tres tiempos me calzaron las hualetas los anteojos y aquel aparato para respirar con un tubo que se mete en la boca para respirar bajo el agua. Así equipado con las hualetas puéstas  en traje de baño,  mis dos madres me  urgían para que me asomara a la calle para que envidiaran mi regalo los demás niños que raudos pasaban veloces en brillantes bicicletas, patines, autos a pedal o  flamantes pelotas de fútbol. " date una vuelta por la manzana para que te vean " me decían ,  Mientras yo tenía un sentimiento de infinita soledad, dolor y pena. Parecía un alienígena que  causaba  hilaridad. Creo que lloré.  Permanecí  por largo tiempo silencioso en la puerta entreabierta sintiéndo compasión por mi y mucha verguenza, con una rabia que no alcanzaba a entender.                              Han pasado  muchas Pascuas, muchos años quizás demasiados Mi abuelita está muerta y mi madre ha envejecido, ya no vivo en Cuevas con Gana y casi todo ha cambiado, yo tambien y ésta historia que es verdadera como asimismo mi nombre y los lugares han ido dejándo algunas huellas que de pronto me asaltan pero que no alcanzan a perturbarme para entender lo atípico de mi existencia en donde mi abuela y mi madre  era  toda mi familia . Cada vez que  recuerdo y  cuento ésta historia,  me rodea un aire de  tristezas  de melancólica  nostalgia con evocaciones de un niño solo que soñaba con un árbol, un pájaro un nido, un tren con cuatro estaciones y un árbol verde de pino, como dice la poesía, pero nada pasaba y así transcurría el tiempo y muchas veces pienso que esa carencia de cariño me fortaleció, a pesar de soy muy sensible, quiero a mi esposa y a mis hijos y ellos me quieren tambien                                                   
He logrado hacer de ésta historia un chiste que divierte especialmente a los mayores que hacen de esto, crueles burlas en donde todos reimos  pero que causa dolorosa simpatía en los niños. Bueno en todo caso a mi no me molesta para nada y río con ello. Bueno pienso cualquiera no tiene un par de hualetas, solo que no había playa ni piscinas en donde usarlas. Permanecieron por mucho tiempo guardadas y un buen día las fuí a dejar al pequeño Cotolengo.-

Esta fue la historia de mi querido Cristian Marcelo que en una de Pascua  la contó con todo lujo de detalles que iban más allá de la anécdota en un relato magistral cuyo contenido no alcancé a captar en toda su dimensión.