ASÍ ES LA VIDA.-
Han pasado casi tres años de la muerte de mi esposa y aún no lo asimilo. Sin darme cuenta la siento a mi lado y por las noches al despertar creo que está conmigo , rara vez desaparece esa sensación. Vivo en una casona grande que albergó la familia, hijos y nietos durante tantos años. Cada uno a su tiempo voló para formar su propio nido. Se hicieron grandes, el hogar se llenó de silencio y de tristezas.( Bueno, así es la vida y así es la democracia como decía Piñera- ) Había llegado una tormenta a mi vida y desde ese fatal momento los siguientes días de estarían cubiertos de nubes. Días nublados que rodean de penas y recuerdos mi existencia que se torna cada vez más débil, vulnerable , quebradiza, pero a quién le importa, ni siquiera a mi que lucho contra el tiempo, desgarrado pero airoso. Quiero a mis hijos y sé que ellos a mi, Quiero a mis nietos y sus éxitos me dan mucha alegría. Constantemente mis hermanos que viven en San Bernardo me visitan y su compañía y comprensión me proporciona gran regocijo. Tengo amigos y casi amigos y es frecuente compartir con ellos largas conversaciones muchas de ellas sin ton ni son pero que llenan el tiempo vacío en donde cada uno a su manera relata historias con recuerdos lejanos que llegan impregnados de nostálgicas penas. ...Continuará.........................
Han pasado casi tres años de la muerte de mi esposa y aún no lo asimilo. Sin darme cuenta la siento a mi lado y por las noches al despertar creo que está conmigo , rara vez desaparece esa sensación. Vivo en una casona grande que albergó la familia, hijos y nietos durante tantos años. Cada uno a su tiempo voló para formar su propio nido. Se hicieron grandes, el hogar se llenó de silencio y de tristezas.( Bueno, así es la vida y así es la democracia como decía Piñera- ) Había llegado una tormenta a mi vida y desde ese fatal momento los siguientes días de estarían cubiertos de nubes. Días nublados que rodean de penas y recuerdos mi existencia que se torna cada vez más débil, vulnerable , quebradiza, pero a quién le importa, ni siquiera a mi que lucho contra el tiempo, desgarrado pero airoso. Quiero a mis hijos y sé que ellos a mi, Quiero a mis nietos y sus éxitos me dan mucha alegría. Constantemente mis hermanos que viven en San Bernardo me visitan y su compañía y comprensión me proporciona gran regocijo. Tengo amigos y casi amigos y es frecuente compartir con ellos largas conversaciones muchas de ellas sin ton ni son pero que llenan el tiempo vacío en donde cada uno a su manera relata historias con recuerdos lejanos que llegan impregnados de nostálgicas penas. ...Continuará.........................