Vine desde San Bernardo a Paine, en donde me desempeñé como Telegrafista Nocturno, a cargo del Tráfico de trenes. Tiempo después asumí la misma función en la Estación de Rancagua, ciudad en la que permanecí por algunos años, en la década de los sesenta. La estación era muy hermosa y aún lo es y por sobre todo en esa época un muy importante centro ferroviario. El clima es benigno, salvo en los meses de invierno. Rancagua en sí poseía un maravillosa atmósfera provinciana y aún era posible entablar conversaciones con desconocidos que se mostraban amables y educados. En la ciudad de ese tiempo destacaban construcciones antiguas y era dable encontrar en pleno centro, casa de adobe y tejas amplias y acogedoras. Sus gentes se desplazaban lentamente, sin gran apuro en medio de negocios atractivos con ambles vendedores que ofrecían variada mercadería. Al regresar después de muchos años pude observar gran actividad con personas que caminan apresuradas, y un incesante tráfico de vehículos y pequeños buses que se desplazan en diferentes direcciones por calles estrechas y siempre pobladas de negocios.En el centro los semáforos son deficientes y para la persona que no está habituada al lugar es posible dudar entre el rojo y el verde por la mala calidad de sus vidrios.
La estación central es un referente por su moderna estructura, como asimismo de estación de la Braden, amplia y hermosa.
RAMAL FERROVIARIO A COLTAUCO.-
La estación de Rancagua, recibía diariamente cientos de pasajeros provenientes del norte y del sur y muchos de ellos abordaban el tren a Coltauco, ramal éste en donde destacaban las estaciones de Loreto, Doñihue y los paraderos Lo Miranda, Punta de Cortés en medio de hermosos lugares con distintos tipos de verde, y paisajes bucólicos, de suaves lomas y caminitos que se cruzaban para conducir a destinos diferentes o a ninguna parte en donde florecían caseríos escondidos tristes o esperanzados en que una importante parte de los hombres se dedicaba a la fabricación de aguardiente, trabajo clandestino que era tenazmente perseguido por la autoridad. Otros se dedicaban a la artesanía y las mujeres a la confección de mantas y ponchos que hizo de Doñihue conocido a nivel nacional- Guardo en mi memoria el nombre del Jefe de estación de Doñihue, Jorge Gannat y el Coltauco de apellido Gutierrez.
La estación central es un referente por su moderna estructura, como asimismo de estación de la Braden, amplia y hermosa.
RAMAL FERROVIARIO A COLTAUCO.-
La estación de Rancagua, recibía diariamente cientos de pasajeros provenientes del norte y del sur y muchos de ellos abordaban el tren a Coltauco, ramal éste en donde destacaban las estaciones de Loreto, Doñihue y los paraderos Lo Miranda, Punta de Cortés en medio de hermosos lugares con distintos tipos de verde, y paisajes bucólicos, de suaves lomas y caminitos que se cruzaban para conducir a destinos diferentes o a ninguna parte en donde florecían caseríos escondidos tristes o esperanzados en que una importante parte de los hombres se dedicaba a la fabricación de aguardiente, trabajo clandestino que era tenazmente perseguido por la autoridad. Otros se dedicaban a la artesanía y las mujeres a la confección de mantas y ponchos que hizo de Doñihue conocido a nivel nacional- Guardo en mi memoria el nombre del Jefe de estación de Doñihue, Jorge Gannat y el Coltauco de apellido Gutierrez.