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viernes, 24 de julio de 2009

CALLE 8 SUR DE LA CIUDAD DE TALCA,. Y UN SENTIDO RECUERDO DE LOS HERMANOS HUERTA, EL TITO Y SU HERMANO QUEPI.-

Cada vez, que me siento frente a mi gran amigo el computador, mi imaginación vuela en la eternidad de los recuerdos, en el sabor del tiempo que se marchó, que se esfumó, pero la figura y la imágen de aquellos seres permanece intacta en un rinconcito de mi corazón y solo tengo que hacer click para que se materialicen y cobren vida. No me interesa ni mi importa lo que opinen los demás, lo que digan, que me feliciten o maltraten, todo eso me tiene sin cuidado. Escribo como siempre he sido, sencillo, transparente, respetuoso y algo humilde, solo algo. A menudo reacciono con altanería y luego me arrepiento. Si he sido injusto y aún que no lo haya sido quedo bastante bajoneado, pero se me pasa luego. Nunca he tenido rencores ni envidia y pienso que nunca los tendré, y como dice el poeta "si una espina me hiere, me aparto de la espina, pero no la aborrezco," En realidad no sé a que viene todo esto ni a que me conducirá, solo que empiezo a escribir mientras el tiempo pasa y se me llena la cabeza de recuerdos, de personas, paisajes y figuras, de ciudades y pueblos, pero por sobre todo todo de aquellos condíscipulos que ni sé si estarán vivos, de aquellos compañeros de la infancia allá en Talca, los de la calle 8 sur cuando aún no tenía siete años, los hermanos Huerta, el Tito y del Quepi, y esas vecinitas de nuestra edad, hermosas, tiernas e inocentes: la Ruby y la Cármen. Jugábamos fútbol en un sitio baldío muy cercano a la vía férrea hasta quedar agotados y hasta mucho después que oscurecía para volver a casa ante los insistentes llamados de nusetras madres. Caminabamos por la línea sin miedo a los trenes que veloces pasaban a nuestro lado, el Donque una inmensa toma de agua para abastecer las locomotoras a vapor que bebían en esos caballos de agua, así los llamaban y que hoy son solo piezas de museo. Unos pocos metros mas al sur del Donque estaba el Paso de Moya, siempre lleno de muchachos pataleándo y gritando en la improvisada poscina natural y más al sur aún, los Tres Puentes y creo que desde ese lugar se separaba la vía que corría paralela a la via central , decirle adiós y apartarse lentamente para recorrer en solitario los 90 kilometros que lo separaba de Constitución, y empezar a detenerse en estaciones humildes y chiquitas rodeadas de un paisaje bucólico, agreste, lleno de verde y el Jefe de Estación enfundado en su uniforme, serio y circunspecto : Perquín,Mariposas, Colín, Rauquén,( en San Bernardo tuve un colega de apellido Sandoval que provenía de Rauquén),Corinto, El Morro,Curtiduría que después bautizarían como González Bastidas en homenaje al poeta nacido ahí, Infiernillo, Tanhuao,Pichamán, Huinganes, Forel, Maquegua y Constitución La trocha era angosta y aún hoy dia circula un Buscarril hacia la costa que mantiene vivo el espíritu ferroviario recorriéndo un paisaje maravilloso . En verano cada domingo ferrocarriles hacía circular un tren excursionista que salía desde Talca a las 5 de la mañana para regresar a las seís de la tarde, lo que hacía las delicias de los mayores que casi en su totalidad regresaban ebrios sentados en cualquier parte sin saber del mundo pisca y los niños durmiéndo en brazos de sus madres cansadas y adoloridas con tanto trajín , haciéndolo todo, arrastrándo canastos y bolsos, y con la cara como mora hinchada y quemada por el sol, y muchas jurándo no volver nunca más. y recién a las 12 de la noche arribaban a Talca en medio de gran alivio, nosotros y mis padres entre ellos. El tren era conducido por el experimentado y famoso maquinista Pato Huerta, papá del Tito y el Quepi, vecinos de la calle 8 sur. El tren pequeñito y hermoso con esos antiguos coches de tercera repletos de veraneantes asomados por las ventanillas plenos de alegría y curiosidad haciéndo aspavientos y muchos peligrosamente jugándo en la plataforma de los carros que se comunicaban entre si, produciéndose de vez en cuando mas de un accidente, y vendededores de malta bilz y pilsener que no se cansaban de vocear su mercadería. El tiempo pasó, se fué, se diluyó. Fuimos separándonos y cada cual tomó su derrotero. Nunca más volví a esa callecita la 8 sur esquina 11 oriente , y permanece intacta en mi memoria todo el entorno de mi casa con una gran palmera que se erguía a un costado de la vereda y aquellas góndolas y victorias que corrían por las calles de Talca, la plaza Abate Molina y la Avenida 2 sur en donde una loba amamantaba a dos niños Rómulo y Remo. Creo que todo estará tan cambiado que no vale la pena volver pues ya sería otro lugar y otra ciudad distinta a la que conocí de niño. Ya no funcionará el restaurant del "Chaqueta de Cuero" y habrá fallecido Rojas el Cara de Muerto, gran futbolista del Club Ferroviario de Talca, tampoco estará el Tito, el Quepi, la Cármen y la Ruby Rodríguez Jopia que fue la primera niña, que a los seís años me hizo sentir el primer afecto. ¿Qué será de ellos?, como me gustaría saber dónde están y que suerte les corrió en la vida. Con frecuencia pienso en eso y curiosamente al entrecerrar los ojos todo se me presenta como en ese tiempo. Sólo un año o dos permaneció mi padre ferroviario en Talca, pero recuerdo con cariño la Escuelita Nº6 ubicada en la Avenida 2 Sur casi esquina 11 Oriente frente a la estación y a mi primer profesor el Señor Pérez, el "Bucho" le decían, nunca lo olvidé, como tampoco a compañeros como Palominos, Villena, Parraguéz , Torres ,ah, y los hermanos Huerta y el Nene Ruz. Nunca más supe nada de ellos, sólo Palominos y Huerta ingresaron a ferrocarriles y frecuentemente los veía en el timón de hermosas locomotoras convoyando trenes de carga de largo recorrido y pasajeros, el 7 y 8 Nocturno a Talcahuano y combinación hasta Temuco o en el 9 y10 a Valdivia y combinación hasta Puerto Montt . c0ntinuará.........


VIEJA TIENDA BOHEMIA, TE DEJAMOS, MAÑANA SE IRA POR EL CAMINO LA ALEGRE CARAVANA.............


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¿Qué podría decir?... Bueno.. ¿Qué es la vida?, una ilusión. ¿Qué es la vida?, un frenesí. Que el mayor bien es pequeño, que toda la vida es sueño y los sueños, sueños son.- Calderon de la Barca).... y siguió soñando.... Los recuerdos son el aroma del alma..-Mi vida se fue plasmándo entre estaciones y trenes. Aprendí telégrafo antes de ir al colegio. Mi padre fue Telegrafista en gran cantidad de estaciones que apenas recuerdo y Jefe de Estación. Yo y mi hermano Juan Arnoldo seguimos sus pasos. Estuvimos desde Alameda a Talca en la mayoría de las estaciones que en esa época eran el eje y motor del desarrollo del país. Fuí ferroviario y creo que aún lo soy.-

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